Así podría iniciar mi novela:
Han pasado mil años, siete días, 16 horas y 15 segundos desde que Stefania decidió alejarse de mí; por eso, he dedicado mi vida a contar el tiempo del sol y las fases de la luna. Luisa se encarga de la comida y de las cosas de la casa, entiendo que sufra mi distancia, después de todo, fue ella quien vio a Stefania alejarse vestida de flores y maquillada de angustia...