viernes, 23 de octubre de 2009
Él Silencio
Ella es la obsesiva, no porque nuestra historia valga la pena, no porque el escenario esté esperándonos; es una cuestión de inmortalidad, ayer estuve husmeando sus cuadernos y notas; cita al poeta y el poeta está muriendo, cita al amante y lo quiere muerto, su propia muerte está en las entrelíneas, vestido con las galas del miedo. En su loco imaginario, me ha llevado a husmear en los cajones de la fotografía digital, en el ciberespacio de “ningún lugar” y hasta he llegado a la esquina de nuestra casa que es sólo suya. No lee, no vive, y persiste en acompañarme todo el día perturbando con su voz de almohada mis momentos de tibia paz. Ella y él son pan de la última cena, aceite en ríos de agua sin bendecir, pero su imaginario pretencioso insiste. La quiero lejos de mi vida, no entiendo por qué usa la primera persona cuando habla de mí, ¿Por qué no habla de él, por qué no puede hablar por él, por qué no me pertenece el silencio a mí?
martes, 13 de octubre de 2009
martes, 22 de septiembre de 2009
Plantío y olvidos
Un desfile de gaviotas se burlan de mis ansias de volar y he visto en el tiempo un disfraz para las miserias y el tormento… adónde las jaleas de ciruela y el amargo de las naranjas que suponían nuestra distancia, adónde la culpa y el perdón por las agonías del destino…
En tus ojos, la causa justa de una lágrima, en tu sonrisa la puñalada a la tristeza
¿qué decía el poeta, qué decían los frescos de la mujer desnuda en aquella casa olvidada?
Todo ha cambiado, y como si fuera presa de una maldición intuyo que el dolor echará raíces sin darnos fruto…
miércoles, 29 de julio de 2009
No que sí
Ni digas que no...
No dejes de...
Siempre di...
Pero sobre todo,
no me dejes de querer.
jueves, 18 de junio de 2009
Tarde
Bajo la cabeza, se acomodó en su silla y pensó que quizás podría invertir su tiempo hablando con la señora de la silla verde, pero cuando el médico abandonó la sala, el rostro de la pobre se transfiguró y se doblo en llanto. No había mucho que invertir hablando con alguien entre sollozos. Se le ocurrió entonces que podría usar el tiempo, buscando un café y una agüita de tisanas para su compañera de sala; se puso en pie, pero al salir de la sala, sonó la alarma del celular. El tiempo calculado para la espera, había pasado, cualquier cosa que hicera de ahora en adelante, indicaría que estaba perdiendo el tiempo o quitándole tiempo a las cosas que ya estaban programadas para las horas siguientes. Se sintió intranquilo, extraño el agüita para los nervios, que no alcanzó a buscar, las manos comenzaron a sudar y decidió que podría quitarle unos segundos y algunos minutos al tiempo que había programado durante el día y entonces la calma se llevo el sudor y los temblores. Volvió a cuadrar la alarma, volteó el reloj de la mesa de centro, y observó que el rostro de su compañera cambiaba las lagrimas por una leve sonrisa. Ahora si podría invertir el tiempo que desperdiciaba en la espera conversando con ella, pero la dama tomo su bolso, hizo un gesto con la mano y con los labios y se marchó. Estaba solo y decidió tomar una de las revistas que se encontraban sobre la mesa pero las fotografías sobre bebes recién nacidos y panzas ensangrentadas lo aterraron; no era nada inteligente gastar el tiempo en tales cosas, tomo entonces una revista de modas y ni siquiera la abrió porque desaprobaba por completo el uso del tiempo en cosas vanales. Decidió que lo más adecuado era hacer un par de llamadas de trabajo y de esta forma cuadrar los tiempos de su agenda de trabajo que se habían movido.
En los hospitales la señal de los celulares tiende a fallar y ésta no fue la excepción, de hecho, notó que no había recibido ninguna de las que había programado para recibir en esa mañana, de nuevo el sudor frío invadió a su cuerpo, se le ocurrió que podría mandar mensajes de texto y aclarar las circunstancias que le impedían, cumplir, como de costumbre, a tiempo, con sus compromisos.
Calculó dos minutos por mensaje, y se sintió orgulloso de su labor productiva, pero justo cuando escribía el último, el médico ingreso a la sala y acto seguido sonó la alarma del celular, terminó rápidamente de escribir su mensaje y se dirigió hacia el hombre de la bata blanca que esta vez no traía guantes pero preguntó por la señora que se había marchado y al no encontrarla dejó el lugar sin darle tiempo para preguntar.
Estaba molesto y pensó en llamar a su mejor amigo para desahogarse; la alarma había sonado dos veces, el reloj de arena, terminaba de llenarse por tercera vez y ni siquiera había tenido tiempo de acercarse al doctor. Preso de la desolación se doblo en su silla y escondió la cabeza entre las piernas, cuando una mano regordeta toco su hombro y escuchó una voz que lo llamaba por su nombre en un tono de exaltación- Felicitaciones señor es usted padre de un hermoso niño- no podía ser, su angustia creció y las lagrimas atravesaron el lado izquierdo de su rostro. Su hijo, su primer hijo, había llegado tarde.
martes, 16 de junio de 2009
Fe de erratas
lunes, 8 de junio de 2009
Lejanía devota
Hay quienes dicen que la sorpresa siempre los visita, otros guardan distancia; llegan de vez en cuando miradas nuevas, oídos despiertos, pero no logro valorarlos. Lo sé, voy hacia ese lugar como los muertos al cementerio, y finalmente a las cenizas.
Tú insistes en seguir, soy quien lleva el timón, por eso te parece nuevo este traje, y estas paredes con el papel de decorado de tus abuelas. Si pudiera traducir el cansancio, quizás, sería posible la pregunta y en consecuencia, la respuesta de los dioses, las ninfas y los saltimbanquis.
Pretendo prosas ajenas, asumo falsos testimonios y suspiro en medio de sudores que destilan sal y canela. La vía láctea se disfraza de sol. Mira las estrellas que titilan de angustia... A dónde el marinero, la sirena y la brújula de nuestros vientos.
Me canso de oír porque nadie escucha... el hartazgo como verborrea silente hace estragos en las misivas sin destinatario. Todos los días tengo frío y en miles de ríos me ahogo con solo palpar sus aguas.
Ninfas y vírgenes, por qué me llaman.
Mantos de rosas y paños sudorosos aun culpan mis pechos. Tú decías que eran mieles, tú fingías calores, tú que no podías abandonar su abrigo.
Parece que siempre voy hacia el mismo lugar, de palabras y poetas se arman los caminos, a donde voy ya no regresas y siempre me dirijo allí.
Lluvia ácida
martes, 2 de junio de 2009
El cuerpo
viernes, 29 de mayo de 2009
Simona canta sola
Debo contárselo a Simona porque a sus menos treinta diciembres, ella cree en tipos como éste y es capaz de montar una casa en un árbol, así le dure un mes. No es que me preocupe el corazón de la Simo porque a estas alturas ya dudo que lo tenga, pero soy quien recibe sus llamadas alcoholizadas, sus invitaciones de café tres veces por semana y sus ganas de cambiar - lo que sea que esté mal con ella- inscribiéndose en cuanto curso espiritual o de materialismo intelectual se le atraviesa. No sé que sería de su vida, si tuviera que trabajar, es decir, si el dinero fuera una motivación para mantenerse estable; pero no pasa nada si se enferma una semana de depresión. Tiene un periódico sobre arte y dicen los que saben, que es bueno. No sé nada de arte y el periódico tampoco me dice nada, así que para mí, lo mejor que tiene es una diagramación impecable junto con la sección coctelera, porque como editora siempre publica sus eventos al lado de los futuros carpinteros o jardineros de su casita en el árbol, que en realidad son sólo artistas sin ventana. Pablo se ha postulado para carpintero y han ido juntos a las exposiciones que se han inaugurado esta semana; ayer almorzamos y Pablito quiso adularme porque cree que tengo algún tipo de influencia sobre Simona, se equivoca, lo único que hago es oirla, al igual que a mis pericos en las mañanas, que es cuando les da por hacer ruido, porque los pericos no cantan, y yo les silbo para ver si algún día emiten algo parecido a un canto. Lo mismo hago con Simona pero ella canta horrible.
Comandante en Jefe
Para ti todo es asunto de hormonas y tu insistencia me resulta hormonalmente detestable... No. No me grites, no me grites. Tú, no eres mi jefe.
jueves, 14 de mayo de 2009
Desayuno Henry Miller
"..A los ochenta creo que soy una persona mucho más alegre que cuando tenía veinte o treinta años. Para nada querría ser adolescente otra vez: la juventud puede parecer gloriosa pero también duele sobrellevarla. Es más, lo que llamamos juventud no es tal, en mi opinión se trata más bien de algo así como una vejez prematura..."
Llegue a la oficina en medio de la angustia y algo parecido al cansancio y la desolación.
domingo, 10 de mayo de 2009
Espanto
Si el autor habla, el personaje le pertenece, pero si el personaje pregunta, la obra entra en caos, se detiene frente al espejo y no hay nada que contar. La novela de Rimbaud es imposible, ¿Quién puede superar a Beethoven? Cuando la tragedia se convierte en cuerpo y alma, no hay acción posible, no hay historia, queda la obra, intocable, inmortal.
El rapto, entonces, sería la huida hacia el vacío, la búsqueda del precipicio, y el silencio, la eterna respuesta de la verdadera contemplación. ¿Quién le dice a un lirio, cuando y cómo soltar sus aromas? La palabra no es más que el arrullo, el grito de todos los santos y la estrategia de un secreto a voz en grito. La voz burlona, es el libro que no he leído, el país que no conozco y la sinfonía inconclusa; esta voz permanece en silencio y finge de seria para que el remedo de algún hombre le conceda autoridad.
¿El amor espera? El autor que no posa, sabe que el amor se afana a desaparecer, como han desaparecido los hombres; nada de la emoción pura permanece en el mundo, si así fuera, las palabras y el viento serían uno al mismo tiempo. La palabra Mí Amor, La palabra mi amor.
domingo, 3 de mayo de 2009
Venecia sin ti
viernes, 6 de febrero de 2009
Lluvia de ideas
¿Por qué se casaría mi prima Moni por la iglesia? Mi madre dice que por amor a las creencias de su esposo, para mí que la Moni no cree ni en ella y se le da bien, cualquier cosa con tal de viajar a Paris, como todas sus amigas del colegio, a la luna de miel.
Todo el día pensando en la bendita estrategia y lo único que se me viene a la cabeza ahora, son las mismas causas perdidas de siempre. Si los textos de la estrategia para Mario no me importan, la moral de Moni o las esposas frígidas tampoco. Cuando me voy a la cama trato de adoptar la posición del cadáver porque es la posición básica de yoga y es el primer paso para relajarse. El nombre de ésta posición, se aleja de lo que considero una posición, y de repente, mi cama es un ataúd, las sabanas blancas un vestido y oigo música, eso es... Música de bienvenida.
Luz
martes, 27 de enero de 2009
Carro bomba en la 82 con novena. Todos estamos bien.
Quise salir hasta la carrilera porque generalmente el tren pasa a la media noche, pero salí porque quería gritar: “hijueputas, son todos unos hijueputas, dos personas están muertas y otras se pueden morir, sólo porque ustedes son hijueputas…” Gritar esto, y que se ahogara con el estruendo del tren, gritar hasta que no me quedara voz, porque al fin y al cabo no sirve de mucho tenerla. Pero esta noche el tren no paso y me he devuelto, temblando de frío, llorando y riendo, porque todos los que amo, esta noche, hasta donde sé, duermen bien.
Cuentale a Garcia
Si el arte no ejerce influencia sobre la acción, por el contrario, la aniquila, esta bien que el lector se dedique a leer y el escritor a escribir.
Lo leo a menudo por masoquista. Siento un calor infernal con cada palabra narrada y la entonada, minuciosa y paradójica prisa del relato me recuerda un pueblo que la imaginación no alcanza. La sangre, que arde encantada de provocación, con la búsqueda de ese lenguaje que compone, mi posible aceptación del relato; se congela en mi cuerpo cada vez que me veo obligada a escuchar la lectura a través de tu voz, que me coquetea, pretenciosa y convencida. Tú insistes y yo te sigo con el afecto que mi disciplina no alcanza, y la curiosidad por las pasiones que te han sido legadas; te sigo para entender, si es que acaso te rehúsas a aceptar mi juvenil frustración ante una historia de cien años que empiezan y terminan con la misma soledad.
lunes, 26 de enero de 2009
Carta que no llego a ser cuento
lunes, 19 de enero de 2009
COMA
lunes, 12 de enero de 2009
CANCION DE CUNA
Esta mañana me levante muy tarde, a decir verdad la mañana se había desvanecido, por debajo del edredón y eran las dos de la tarde cuando logre abrir los ojos y despegarme de la cama. Siempre que el día se evapora en un sueño pegajoso, siento un presagio de depresión y lo único que deseo es agotarme mientras trabajo para poder regresar a la cama a una hora prudencial sin que me afecte levantarme temprano al día siguiente; pero hoy el trabajo fue escaso. Es casi media noche y mi único compañero es el piano. Llevo más de diez años intentando alguna interpretación decente, a veces, me pierdo en mis propias composiciones que comienzan por lo que yo he llamado ejercicios de reconocimiento erótico; con los ojos cerrados rozo grupos de dos teclas negras y luego palpo los de tres mientras mi otra mano encuentra las blancas que están alrededor, las nombro Do, palpo, Re, rozo, Mi, Palpo, Fa, rozo…En este juego, subo y bajo constantemente y me pierdo, mis ojos a penas se entreabren, forte, piano, forte, y creo que logro algo, victima del engaño finalizo con una ligadura de Si.
Por alguna razón no avanzo en mi estudio de piano, pero eso dejo de preocuparme cuando me desenamore de él y deje de pretender que juntos pudiéramos llegar a alguna parte, no se cuando paso, pero un día no insistí más; por supuesto, aunque me cueste aceptarlo, esto no paso de la nada: desde que lo conocí quede perdida en sus encantos, pero siempre me sentí rechazada, por alguna razón, prefería otras manos, nunca las mías, hice todo cuanto estaba escrito para que funcionara pero los resultados fueron desastrosos. No volví a verlo, lo saque de mi habitación y ni siquiera lo cubrí, sabía que corría el riesgo de deteriorarse, pero con él junto a mí era yo quién se deterioraba.
Una noche, como esta, presa del insomnio, lo recordé y lo traje junto a mí, desde esa noche comenzaron los extraños reconocimientos y no hay quien pueda lograr lo que juntos logramos, en varias ocasiones he visto a mis vecinos encender la luz y dirigirse a las ventanas, pero esto no nos detiene, intuyo que los perturba pero no se quejan.
martes, 6 de enero de 2009
Algo me sedujo de Françoise Sagan
Algo me sedujo de Françoise Sagan
la douceur m'obsèdent, j'hésite à apposer
le nom, le beau nom grave de tristesse.
C'est un sentiment si complet, si égoïste
que j'en ai presque honte alors que la tristesse m'a toujours paru honorable.
Je ne la connaissais pas, elle, mas l'ennui,
le regret, plus rarement le remords.
Aujourd'hui, quelque chose se replie sur moi comme une soie, énervante et douce,
et me sépare des autres."
"A ese sentimiento desconocido cuyo tedio, cuya dulzura me obsesionan, dudo en darle
el nombre, el hermoso y grave nombre
de tristeza. Es un sentimiento tan total,
tan egoísta, que casi me produce vergüenza, cuando la tristeza siempre me ha parecido honrosa. No la conocía, tan sólo el tedio,
el pesar, más raramente el remordimiento.
Hoy, algo me envuelve como una seda,
inquietante y dulce, separándome
de los demás."
Bonjour, tristesse, de Françoise Sagan
lunes, 5 de enero de 2009
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Son aquellas verdades (o no tanto) que conciernen a las medias. Algunos ejemplos… “A medias regaladas “No hay dos pares de medias “Tanto va la media al zapato “Para una media no hay nada peor “Un cuarto lleno de medias, “Si dos medios son un entrero, Douglas Wright |